El Liberalismo es toda la derecha, mientras que el socialismo toda la izquierda.
El liberalismo promueve un gobierno limitado a cuatro funciones: Orden, Seguridad, Justicia y Obras públicas. Sin salirse de ellas, dedicando tiempo, esfuerzo, dinero, recursos y atención a esas cuatro funciones llevandole a los ciudadanos buenos servicios, justicia de calidad e imparcial, seguridad en las calles y orden en las ciudades.
Ser liberal es promover el Capitalismo Liberal, este sistema económico propone el libre comercio en cada jurisdicción, en cada municipio y en cada estado del país, llevando a los ciudadanos mayores y mejores facilidades para el comercio sin restricciones del Estado. Estas medidas económicas acaban con los monopolios, crean competencia, promueve el empleo, genera abundancia y abarata los costos de los productos.
El liberalismo va dirigido a la creación de una verdadera república, estableciendo estados y municipios autónomos, libres e independientes. Que el dinero, los recursos y el esfuerzo de los individuos de una jurisdicción se queden ahí y no tengan que ser trasladados al poder central evitando su pleno desarrollo y atrasando su prosperidad. En una república cada municipio y estado contribuye con el gobierno federal con sólo una pequeña parte para que éste se encargue de sus funciones nacionales y propias de un gobierno limitado.
El liberalismo va dirigido a la protección de la propiedad privada en todos sus ámbitos, con una constitución que no avale las expropiaciones, sino que condene cualquier tipo de violación a la propiedad de los individuos.
Una constitución liberal es aquella que protege al individuo de parte del Estado y no como la que tenemos actualmente en Venezuela, que protege al Estado de parte de los individuos.
Ser capitalista es promover la economía sin restricciones ni estorbos, es ir a favor de la inversión nacional e internacional en nuestra nación.
Un gobierno limitado es un gobierno pequeño, reducido, que no necesita grandes cantidades de dinero para hacer sus obras, sino que adquiere lo justo y necesario. Por lo tanto, en este sistema político se disminuyen los impuestos y se estimula más la producción individual y privada.
En un sistema político liberal, el Estado no es dueño de empresas ni de los recursos que le corresponde a los ciudadanos, sino que sólo se limita a sus funciones, dejando que impere el libre comercio y que sean las empresas privadas las protagonistas del desarrollo de la nación.
Mi posición liberal está a favor de las libertades individuales, que el estado no sea el protagonista ni el gran poder, sino que sea sólo un ente que garantice la seguridad a las personas, el orden en las ciudades, la infraestructura del país y una justicia que no le dé chance a la impunidad. Pero para que todo esto se concrete en Venezuela, necesitamos un cambio de modelo, cambiar el sistema político y económico y asumir con responsabilidad la república que merecemos. Sin cambio, no hay desarrollo.
Nené González
@NeneGonzalez19
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